domingo, 3 de enero de 2016

Un buen día.

Ya por fin, ha llegado el día, la muy criticada ley de espectáculos será cambiada. La buena noticia es que no sólo los menores podrán entrar a los conciertos, sino que además podrán actuar. Yo creo que casi todos los que en algún momento hemos tenido un grupo de música, aunque fuese de forma pasajera, nos hemos tenido que encontrar con la absurda situación de que un menor se ha tenido que quedar fuera de una actuación, ya sea porque forma parte de la banda o venía como público. Y no, no servía de nada que fuese acompañado de sus progenitores.


Hemos tenido que vivir durante años el absurdo de que en una sociedad se trate a las salas y recintos de conciertos como si de antros del pecado fuesen, lugares donde los infieles nos juntamos a consumir licores prohibidos y realizar rituales no aptos para las frágiles mentes de los menores de dieciocho años. Y es que no he podido reprimir la sonrisa al ver como empiezan a aparecer en la redes sociales menores acudiendo a conciertos de algunos de mis compañeros, por fin podemos compartir con ellos lo más importante para nosotros, la música. 

Gracias Comunidad de Madrid, gracias sinceras. Ahora sólo hacen falta medidas reales que apoyen la noche madrileña y generen cultura, en lugar de provocar el cierre cada vez más frecuente de salas con subidas de impuestos y licencias. La música es cultura y los menores se merecen tener acceso a ella desde la perspectiva de algo que es culturalmente apreciado y valorado, no como algo visto con recelo y desconfianza por parte de las autoridades.

J

No hay comentarios:

Publicar un comentario