lunes, 11 de enero de 2016

Estas cosas pasan

Estas cosas pasan, lo vemos a menudo. Todos tenemos algo que nos hace sentirnos orgullosos, que nos da identidad, nos representa y define como a nosotros mismos. Con todo esto no quiero decir que esté mal, pero en mi opinión debemos ser capaces de redescubrirnos constantemente, de ser capaces de ser nosotros mismos desde diferentes perspectivas. 

Y es que efectivamente pasa a menudo, un artista muere y ciertamente la gran comunidad de vecinos que es Facebook se conmueve y las redes sociales se llenan de mensajes conmemoratorios por parte de las personas más variopintas. Entonces es cuando nos encontramos con una especie particular de “amigo de Facebook”, el fan originario, el que ya lo conocía y era fan antes de que se muriese. El resto no somos nadie y no tenemos derecho a conmocionarnos de la muerte de una persona brillante y mucho menos de apreciar su arte, ni aunque sea a título póstumo. Me temo que hemos llegado tarde a este tren, en todo caso podemos ser fans oportunistas, de segunda clase. 

A todo esto a mí me gustaría ofrecer una humilde sugerencia ¿No sería más productivo agradecer a la gente que ha tomado interés en algo que nosotros siempre hemos apreciado? En lugar de enrocarnos en nuestro propio orgullo, quizás sea mejor compartir esa tristeza con otras personas, a los que la coyuntura quizás les haga apreciar en mayor medida algo que en última estancia es bueno. Creo que esta forma de actuar sería mucho más enriquecedora para todo el mundo, al fin y al cabo lo mejor que podemos hacer con lo que más disfrutamos es compartirlo.


J

No hay comentarios:

Publicar un comentario